viernes, 22 de marzo de 2013

Comunicado Ateneo Republicano Virtual


Sin que podamos evitarlo y muy a pesar nuestro ya tenemos encima la Semana Santa, una semana retrógrada, llena de mitos, ritos y tradiciones modificadas que promueven en todos nosotros el temor, la culpa, la crueldad, la sumisión y el sacrificio. En estas fechas que coinciden con la entrada de la primavera al parecer somos muy pocos los que pensamos que las religiones en general, y ciertamente unos religiosos más que otros, hacen daño a la gente, sobre todo a los niños.
Como en años anteriores ya estamos preparados para recibir una nueva oleada de ostentación de poder y de riquezas, de sangre, de torturas y de enajenación colectiva, un plan diseñado con mucho esmero y contrastado con la experiencia de milenios para adormecer conciencias, de un modo parecido a como se hacía en la Edad Media. Estamos dispuestos a aceptar como en años anteriores que nos inunde de nuevo una riada de masas acríticas, de excesos de alcohol y de broncas, de ver una vez más de que a pesar de tantos sufrimientos, de tantas revoluciones políticas, científicas, culturales y sociales aún somos capaces de hacerle la pelota a los dioses, y de hacerle y hasta reírle las gracias a los turistas, que viene a ser lo mismo.
No obstante, es justo reconocer que hemos avanzado mucho a lo largo de la historia, aunque no nos haya salido gratis ni mucho menos, porque la libertad no nos la da nadie. Podemos, sin temor a perder el empleo o la fama no asistir a las procesiones y evitar darles de comer y engordarles el ego a los parásitos, podemos incluso huir al campo o a la playa para evitar el triste espectáculo de ver lucir por las calles de nuestra ciudad las mismas banderas y los mismos estandartes bajo los cuales y en nombre de los cuales fusilaron a nuestros antepasados, que son de todos, por el mero hecho de defender la libertad y la democracia. Podemos despreciar los bordados de oro y mirar para otro lado, o los estandartes con imágenes de “santos” aplastando cabezas de sarracenos, pero no queremos.
Podemos perder simpatías pero no vamos a terminar quemados vivos si decimos públicamente que los profesionales religiosos y muchos aficionados y colaboradores de estos profesionales tratan de engañar a los niños con fantasías que entran en absoluta contradicción dentro de sus mentes con la razón, el sentido común y la percepción que tenemos todos de la realidad, tan necesarios para crecer, adaptarnos a la vida y evitar que nos engañen y nos deslumbren como precisamente ellos tratan de engañarnos y deslumbrarnos con su propaganda.

Ateneo Republicano Virtual

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